10 historias sobre vivienda colectiva : análisis gráfico de diez obras
esenciales / A+T Research Group ; textos Aurora Fernández Per, Javier Mozas ;
dibujos Álex S. Ollero
a+t Architecture,
Vitoria-Gasteiz : 2013.
495 p. : il.
ISBN 9788461598830
Sbc Aprendizaje A-728.1 DIE
Este libro analiza diez obras esenciales a través de dibujos y textos
que destacan su aportación histórica al desarrollo de la vivienda deseable. El
libro es un reconocimiento a maestros como Ignazio Gardella, Jean Renaudie,
Ralph Erskine o Fumihiko Maki entre otros, que defendieron su visión personal
de la arquitectura lejos de los dogmatismos y cerca de los usuarios. Cada
historia es un viaje a través de múltiples enlaces que relacionan el proyecto
con obras que lo precedieron, lo sitúan frente a las de su generación y lo
identifican con los diseños del siglo 21. No se trata de una lista canónica de
edificios, ni son el top-ten de la vivienda colectiva. Han sido elegidos como
se elige a los amigos: porque a pesar de sus defectos, merecen la pena.
Diez historias sobre vivienda colectiva
Una obra recopila diferentes formas de entender la arquitectura
residencial
Diez arquitectos que labraron sus propio modelo a lo largo del siglo XX
Jose F. Leal | El Mundo, 2013-06-01
La historia de arquitectura residencial arroja una interminable ristra
de proyectos más que válidos olvidados, que bien podrían haber servido como
referentes para las viviendas construidas estos últimos años tantos ensanches
peninsulares, bien para reproducirlos o para aprender de sus errores. En ese
perímetro en el que se sitúan los diez proyectos que analiza con detenimiento
la obra "10 historias sobre vivienda colectiva" (a+t architecture,
mayo 2013), que reconoce la obra de diez figuras "que defendieron su
visión personal de la arquitectura lejos de los dogmatismos y cerca de los
usuarios".
Es el caso del anguloso Complejo Jeanne Hachette, ideado y construido
entre 1970 y 1974 en el barrio de Ivry-sur-Seine de Paris por Jean Renaudie,
que introducía la diversidad de funciones en los edificios, e integraba
viviendas, tiendas, oficinas y espacios verdes en altura. En su opinión,
explican los autores, la vivienda debería crecer de manera orgánica y cada
persona tiene derecho a una casa única, donde incluso pudieran crecer árboles
en su terraza. Porque "la diversidad está en la raíz misma de la
biología".
La obra recorre los proyectos que, en diferentes épocas, plasmaron una
forma diferente de concebir el espacio habitable. En 1928, por ejemplo, durante
el arranque del nuevo estado socialista de la URSS, por ejemplo, el Comité para
la Edificación de la República Socialista Federativa de los Sóviets de Rusia
encargó a varios arquitectos la creación de un modelo estandarizado de
viviendas colectivas.
Estandarización: Moscú y París
Bajo esa premisa, dos de ellos, Milinis y Ginzburg, idearon la comuna
Narkimfin, construida en Moscú entre 1928 y 1932. "El edificio se
convirtió en icono para los defensores de la arquitectura moderna". La
disciplina aplicada al Comunismo naciente quería transformar las relaciones
sociales en tres ambientes, la vivienda colectiva, el club y la fábrica, en
busca de espacios igualitarios en todos estos ámbitos.
Un ejemplo fallido de este modelo de vivienda sistematizada en
Occidente lo constituye la Cité de la Muette, construida en Drancy (París) en
1931-1934. Los arquitectos involucrados optaron por materiales ligeros como el
acero y el montaje industrial de algunos elementos para las 1.234 viviendas del
complejo de 26 bloques, algunos de hasta 16 alturas.
En la década siguiente, las viviendas sirvieron para 'almacenar'
temporalmente a los 76.000 judíos de Francia deportados a los campos de
exterminio nazis y su calidad arquitectónica fue ensombrecida por la nueva
simbología adquirida. En 1976 fueron demolidos todos los edificios menos uno,
el Bloque en U, y desde 2001 varios elementos de sus fachadas están protegidos.
Dos casos italianos
Dos edificios italianos casi coetáneos, el Corso Teresio Borsalino
(1948-1952) de Ignazio Gardella, y el resplandeciente Corso Italia con via
Rugabella (1949-1956), del constructor y aristócrata Luigi Moretti -fundador de
la revista Spazio-, ocupan las páginas centrales de obra, destacando la
renovación de la edificación residencial italiana por la vía del racionalismo
(Gardella) y la vanguardia (Moretti).
En el caso milanés, el edificio fue adquirido por la firma Palmolive y,
durante su construcción, el autor sufrió el férreo control de los nuevos dueños
estadounidenses.
Londres, años 50
A primeros de la década de los 50, la City de Londres había pasado de
los 100.000 habitantes antes de la Guerra a apenas 6.000. en ese contexto los
arquitectos Chamberlain, Powell, Bon y Arup ganaron el concurso del Barbican,
una mega construcción hormigonada que mezclaba torres con oficinas y viviendas
en altura y en hilera. El proyecto definitivo fue aprobado en 1959 y terminado
en 1983 y contiene 2.113 viviendas en bloques de hasta siete alturas y dos
torres de 43 y 44 niveles.
El resultado ha sido definido como un "gueto voluntario" con
una intensidad residencial nunca antes vista en el Reino Unido, acostumbrado al
estilo victoriano de sus barrios. "A pesar de la gran densidad, la
disposición es generosa; los edificios y los espacios entre ellos están
organizados para crear un sentido claro de orden sin monotonía", afirmaron
los autores en 1959.
El Tokio más racional de Shibuya
El contraste, por no occidental, de la selección lo pone el Hillside
Terrace (1967-1998) construido por Fumihiko Maki en el vertical distrito de
Shibuya de Tokio, un paisaje urbano "continuo", que utiliza
"volúmenes escalonados" que avanzan y se retrasan en las aceras y que
componen una pequeña ciudad dentro de la inmensidad de la capital nipona, un
fenómeno que se reproduce en otras de sus grandes ciudades.
Su proyecto respondió, en parte, a los gustos y necesidades de la
familia Asakura, dueña de los terrenos, donde incluso en 1992 aún residían doce
miembros de la saga. Maki (Pritzker en 1993), educado en el racionalismo
europeo, aplicó dicha escuela en el complejo de viviendas, desarrolladas en
múltiples fases durante tres décadas, en las que empleó el hormigón, ladrillo y
adobe, entre otros materiales.
Holanda, un referente
En el arranque de la obra, se reconoce la pervivencia del trabajo de
Michiel Brinkman en el complejo Justus Van Effen (1919-1922),
"paradigmático como modelo en la construcción de la ciudad
holandesa", que pone en relación la vivienda con la ciudad. "Que
tenga éxito -dijo Brinkman en 1923- dependerá de sus primeros ocupantes y de la
siguiente generación".
Su composición, austera y simple, en ladrillo, rompió con las
construcciones de la época y pasó de experimento moderno a modelo a imitar por
generaciones posteriores. El proyecto innovó por sus calles elevadas combinado
con amplios patios centrales abiertos, en los que buscó trasladar la libertad
de la calle tradicional a los espacios vecinales.
DOCUMENTACIÓN
Dosier a+t | 10 historias sobre vivienda colectiva
Arquitectura para la gente corriente
Anatxu Zabalbeascoa | Del tirador a la ciudad, El País, 2013-10-18
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