Ediciones Asimétricas, Madrid : 2016.
221 p. : il.
ISBN 9788494565694
Arquitectura -- Teoría.
Sbc Aprendizaje A-72.01 HAM
http://millennium.ehu.es/record=b1864882~S1*spi
¿Ha muerto la arquitectura? Tras la era de la arquitectura del espectáculo, ¿es posible comenzar de nuevo? Hoy, cuando la virtualidad se cobra innumerables víctimas en forma de almas sin cuerpo, la realidad que ofrece la arquitectura nos brinda un asidero firme en ese descenso irrefrenable hacia lo inmaterial. La arquitectura nos permite sentir una especial continuidad con el mundo. Al hacernos conscientes de los hechos elementales de la vida o al mostrar la mera relación con el universo, la arquitectura se hace presente.
Pocos “bocados de realidad” pueden ser saboreados a lo largo de un día, pero todavía sentimos la necesidad de volver a casa tras una larga jornada delante de trillones de unos y ceros retroiluminados a sesenta hertzios. Como un charco que fuerza nuestros pasos y con algo de fastidio nos obliga a saltarlo, lo real nos estimula como vivencia. La arquitectura y la ciudad se han convertido en el penúltimo refugio de la realidad, un reducto donde sentirse vivo: esa es la arquitectura que la vida reclama.
Tal vez la arquitectura deje de ser necesaria cuando ya no ofrezca lo que Sartre llamaba “alegría estética”, es decir, un especial tipo de placer que recibe el hombre al perfeccionarse conociendo lo que le rodea y a sí mismo. Pero aún no ha llegado ese tiempo sin alegrías. Este libro de Santiago de Molina es una invitación a comprobar que el campo de acción más propio de la arquitectura es precisamente el hombre en su cotidianeidad. Que la arquitectura tiene mucho futuro. Que, por supuesto, sigue habiendo hambre de arquitectura, pero de una arquitectura real.
Santiago de Molina es arquitecto y educador. Premio extraordinario de Doctorado, compagina sus labores docentes con el trabajo en su oficina de arquitectura. Su obra construida ha sido seleccionada en la Bienal de Arquitectura y Urbanismo Española 2013. Ha publicado los libros ‘Arquitectos al margen’ y ‘Collage y Arquitectura’, seleccionado éste último en los premios FAD de Arquitectura y Crítica 2015. En Ediciones Asimétricas ha publicado el título ‘Múltiples estrategias de la arquitectura’.
Pocos “bocados de realidad” pueden ser saboreados a lo largo de un día, pero todavía sentimos la necesidad de volver a casa tras una larga jornada delante de trillones de unos y ceros retroiluminados a sesenta hertzios. Como un charco que fuerza nuestros pasos y con algo de fastidio nos obliga a saltarlo, lo real nos estimula como vivencia. La arquitectura y la ciudad se han convertido en el penúltimo refugio de la realidad, un reducto donde sentirse vivo: esa es la arquitectura que la vida reclama.
Tal vez la arquitectura deje de ser necesaria cuando ya no ofrezca lo que Sartre llamaba “alegría estética”, es decir, un especial tipo de placer que recibe el hombre al perfeccionarse conociendo lo que le rodea y a sí mismo. Pero aún no ha llegado ese tiempo sin alegrías. Este libro de Santiago de Molina es una invitación a comprobar que el campo de acción más propio de la arquitectura es precisamente el hombre en su cotidianeidad. Que la arquitectura tiene mucho futuro. Que, por supuesto, sigue habiendo hambre de arquitectura, pero de una arquitectura real.
Santiago de Molina es arquitecto y educador. Premio extraordinario de Doctorado, compagina sus labores docentes con el trabajo en su oficina de arquitectura. Su obra construida ha sido seleccionada en la Bienal de Arquitectura y Urbanismo Española 2013. Ha publicado los libros ‘Arquitectos al margen’ y ‘Collage y Arquitectura’, seleccionado éste último en los premios FAD de Arquitectura y Crítica 2015. En Ediciones Asimétricas ha publicado el título ‘Múltiples estrategias de la arquitectura’.
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