Magnífico trabajo que viene a llenar un espacio en la divulgación
de la arquitectura tradicional de Cantabria, vacío en cuanto a publicaciones en
los últimos años. El temario que trata es el siguiente: Los orígenes y la
evolución de la casa montañesa. La casa montañesa y la casona. La ornamentación
y la decoración. La casa en los valles de Soba, Guriezo, Sámano y Villaverde.
La casa pasiega, campurriana, valluca, marinera y lebaniega. Construcciones
anexas: la portalada, el hórreo, la bolera, la socarrena, el palomar, el pajar,
el empedrado, el molino, y la cabaña pastoril.
'La casa tradicional en Cantabria' muestra la construcción típica con 180 dibujos de Alberto Martínez Beivide y Laslo Kardos. «El patrimonio arquitectónico cántabro es la envidia de todo el norte español»
Maxi de la Peña | El Diario Montañés, 2010-11-19
La arquitectura más tradicional es uno de los aspectos
más visibles del patrimonio cultural de cualquier territorio y Cantabria
no es una excepción», señala en su prólogo del libro 'La casa
tradicional en Cantabria', el catedrático de Historia y arqueólogo,
Ramón Bohigas. Sus autores Alberto Martínez Beivide y Laslo Kardos Poo,
de Producciones El Candelario, intentan poner a salvo con un lápiz, con
180 ilustraciones, y un texto ameno de leer de fácil, el patrimonio
arquitectónico de Cantabria. La portada, una típica casa montañesa, está
realizada con acuarela. Martínez Beivide es el autor de todos estos
dibujos, del guión y de los textos básicos de las 130 páginas que
integran este valioso documento didáctico sobre la arquitectura rural
cántabra «que es una gran desconocida».
La labor editorial de Kardos Poo, éste como
coordinador y diseñador, y Martínez Beivide se ha centrado en estos años
en la edición de un calendario etnográfico ilustrado llamado El
Candelario y la edición de los dos tomos 'Las Cosas del Candelario' que
recopilan toda la información que aparece en las distintas páginas de
éste. Martínez Beivide, también conocido por su faceta musical en los
grupos Saltabardales y ahora en Landeral, considera que la «belleza de
nuestras casas, barriadas y pueblos son el resultado del continuo
esfuerzo, buen gusto, sentido práctico e ingenio de las generaciones que
nos han precedido y son muchos los kilómetros que hay que recorrer para
encontrar algo parecido, al menos en la Cornisa Cantábrica».
Cantabria ha pasado por épocas recientes en las que
muchos de sus moradores tenían escasos medios económicos y
preocupaciones mucho más acuciantes que cuidar de la arquitectura, sin
embargo algunas de las casas socarrenas u hórreos que han desaparecido
recientemente todavía seguirían en pie si las autoridades competentes se
hubieran preocupado de este patrimonio etnográfico.
Diferentes arquitectos como Alfonso de la Lastra, Miguel
Ángel Aramburu-Zabala, Eduardo Ruiz de la Riva; investigadores como
Manuel García Alonso, Ramón Bohigas o Ramón Villegas, entre otros, han
editado magníficos libros sobre la materia. De estas aportaciones, se ha
visto enriquecido «nuestro trabajo de campo que no pretende más que
ofrecer unos conocimientos básicos», precisa Martínez Beivide. Si bien
el estilo montañés del occidente de Cantabria resulta más
representativo, también se analiza e ilustran los estilos de
construcción, no tan divulgados, del oriente cántabro, con sus valles de
Guriezo y Soba, los cuales gozan de unas particularidades
arquitectónicas propias y dignas de destacar «y que comparten estilo y
características con la provincia vecina de Vizcaya, en concreto con la
comarca de Las Encartaciones».
Peculiaridades
Las zonas que engloban los diferentes estilos de
construcción popular en Cantabria ascienden a siete: Liébana,
Campoo/Valderredible; el oriente compuesto por las Villas Pasiegas
(incluidas las del norte de Burgos, como Las Machorras) la zona de
Trasmiera; Guriezo, Valle de Villaverde y Sámano; Soba y Ruesga y, la
principal, La Montaña. Esta última comprende las antiguas Asturias de
Santillana, Polaciones y los municipios asturianos de Peñamellera y
Ribadedeva, además de parte del oriente de Llanes. Uno de los aspectos
que subraya Martínez Beivide son los diversos subtipos que existen en
estas siete variantes arquitectónicas. Por ejemplo, comenta que
Liérganes, que pertenece a Trasmiera, en el oriente de la región, es una
zona de transición y predomina en esa localidad el estilo montañés. Lo
mismo ocurre en la cabaña y casa vividora pasiega: «Las chimeneas que se
encuentran La Plaza y los barrios de Vega de Pas, no las hay en el
pueblo burgalés de Las Machorras». No tocas las casas montañesas
disponen de solana y sí en cambio de balcón voladizo. Luego destaca
elementos singulares como los tendales de madera, los tipos de pajares o
los palomares.
En el capítulo dedicado al hórreo, su autor ha
quedado bastante satisfecho por el resultado de la investigación porque
es la primera vez que se publica que estas formas constructivas no eran
patrimonio exclusivo de Liébana: «Este es el hórreo de montaña, con
tejado a cuatro aguas, como los que se conservan en Asturias y el norte
de León. El típicamente cántaro era de dos aguas y apenas quedan restos
en algunos puntos de la región como Anievas. Estas construcciones
salpicaban el paisaje cántabro hasta Liendo, cerca del límite con el
País Vasco». La decadencia del hórreo en Cantabria está relacionado con
la aparición de las solanas, donde se guardaban los maíces, las patatas y
las frutas. Hace hincapìé en las características peculiares de las casa
en el valle de Soba, con puntos en común con las estructuras pasiegas, y
en las viviendas del sur, en Campoo y Valderredible, «que comparten
elementos arquitectónicos con Castilla».
Fronteras estilísticas
El guión que ha pergeñado Martínez Beivide no responde a
fronteras políticas sino estilísticas, «por lo que debemos incluir estos
valles adyacentes por formar parte del patrimonio arquitectónico que
tratamos en el libro». Cuando se construyeron la mayoría de las casas de
esos municipios, aún pertenecían a la comunidad de Cantabria «y, por lo
tanto, el estilo es el propio de nuestra región».
Los términos arquitectura popular o arquitectura
tradicional responden más a una denominación actual y a una visión
romántica del pasado, más que a un estilo, cuya evolución de varios
siglos nunca ha estado reñido con lo que en su momento fueron nuevas
corrientes arquitectónicas como el gótico, el estilo renacentista, el
barroco y el neoclásico que están reflejadas en estas construcciones.
pese a todo y, como algo de románticos nos queda, hemos decidido
utilizar en el título de este libro el término de arquitectura
tradicional», afirma Laslo Kardos Poo.
Trabajo de campo
El autor de los textos y los dibujos, Alberto Martínez
Beivide, explica que para reunir la información gráfica, «hemos
recorrido gran parte de Cantabria en estos últimos años haciendo
fotografías que han servido de base para realizar los dibujos, a la par
que recopilando información de los testimonios de los lugareños». Así
recuerda en torno a esta afirmación, que él y su compañero, editor de
Producciones El Candelario, «hemos visitado casas, barrios y aldeas muy
bien conservadas, pero también otras con todos los componentes típicos
que han sido invadidos por elementos anacrónicos, como balcones y
ventanas de aluminio o cerramientos de soportales sin gusto alguno.
Probablemente, criterios prácticos y económicos están detrás de estas
soluciones tan desafortunadas». Algunos tendidos eléctricos han sido
colocados de manera inadecuada en fachadas de edificios tradicionales,
lo que ha conllevado a la degradación del conjunto arquitectónico.
En las ilustraciones del libro que están basadas en
fotografías actuales, se han eliminado esos elementos «gracias a una
óptima colección de fotografías antiguas de distintas fuentes». De esta
forma se conseguido perfeccionar el trabajo.
Martínez Beivide y Kardos Poo sostienen que el
patrimonio arquitectónico cántabro «es la envidia de todo el norte
español, por la mayor riqueza de materiales utilizados, variedades de
estilos y la influencia ejercida por los maestros canteranos, en
particular los procedentes de la escuela de Trasmiera». Un patrimonio
admirable y digno de conservación.
Fuente
La arquitectura rural, reivindicada con un lápiz
'La casa tradicional en Cantabria' muestra la construcción típica con 180 dibujos de Alberto Martínez Beivide y Laslo Kardos. «El patrimonio arquitectónico cántabro es la envidia de todo el norte español»
Maxi de la Peña | El Diario Montañés, 2010-11-19
'La casa tradicional en Cantabria' muestra la construcción típica con 180 dibujos de Alberto Martínez Beivide y Laslo Kardos. «El patrimonio arquitectónico cántabro es la envidia de todo el norte español»
Maxi de la Peña | El Diario Montañés, 2010-11-19
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