El Croquis, Madrid : 2012.
415 p. : il., planos
Nº monográfico 163-164 de la revista El Croquis (2012-V/VI)
Ed. bilingüe español-inglés
ISBN 9788488386731
Materias:
Murcutt, Glenn, 1936-
Arquitectura -- Siglo XX -- Australia.
Biblioteca Sbc Aprendizaje A-72(082) *CRO/163
OPAC Millennium
Vivimos una época de cultura globalizada, comercializada y digitalizada, y hoy día incluso los estudios de arquitectura se dirigen cada vez más como si se trataran de empresas impersonales. Valiéndose de la movilidad y del intercambio de lo material e inmaterial, de potentes ordenadores, y del desprecio intrínseco ante las especificidades del emplazamiento y el lugar que caracterizan la actual cultura de consumo, las prácticas de la arquitectura a menudo adoptan las mismas estrategias de crecimiento y de operatividad transfronteriza que distinguen a las empresas capitalistas en general. La visión moderna de una arquitectura autónoma, ajena a cualquier realidad y tradición geográfica, climática o cultural, se ha visto crucialmente consolidada por el impulso universalista de la tecnología, que paso a paso ha permitido que la construcción a lo largo y ancho del mundo haya adoptado unos objetivos uniformes desde un punto de vista funcional, técnico, formal o estético. En consecuencia, en lugar de crear un sentido de la especificidad cultural y geográfica, la arquietctura actual contribuye cada vez más a la uniformidad universal y al desarraigo. Edward Relph llamó dramáticamente a esta experiencia del desarraigo “exterioridad existencial”.
Durante las dos últimas décadas de esta tendencia acelerada, Glenn Murcutt se ha convertido en el modelo de una postura ética alternativa, un referente ampliamente observado y respetado. Ejerce la arquitectura como una artesanía personal y local, y es un exponente de valores culturales, éticos y ecológicos de importancia crucial en la construcción. En esta etapa de reconocimiento internacional, la obra de Murcutt ha transmitido inspiración y aliento por todo el mundo, especialmente para la enseñanza de la arquitectura y los estudios pequeños.
Murcutt ha rehusado tajantemente diseñar fuera de su país, aduciendo que precisa comprender cabalmente las circunstancias físicas, climáticas y culturales de sus proyectos, y poder controlar personalmente todos los aspectos de la obra, lo cual no sería posible si aceptara encargos fuera de Australia, en situaciones ajenas. Con su ejemplopersonal, Murcutt defiende las tradiciones esenciales de la práctica de la arquitectura: implicación personal, dibujo a mano, y comprensión y supervisión meticulosa de los procesos constructivos. (…)
Plumas de metal
Juhani Pallasmaa | El Croquis, nº 163/164, p. 26
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