La primera parte de este libro constituye un recorrido por cuatro
lugares que alguna vez fueron habitados por seres humanos, cuatro casas
donde se decidió el destino de la pintura, su apogeo y su caída: la
Villa de Livia en Prima Porta, la Villa Farnesina, La Palazzina Borghese
y la casa de Mario Praz en Palazzo Primoli. Si la primera parte es una
elegía, la segunda es un panfleto contra el proceso de “bibelotización”
de la experiencia artística, con lo que eso conlleva de pérdida de su
regocijante carnalidad en favor de aquella abstracta, descarnada
“sensación de tener” de la que hablaba Marx y se ha ido agravando con la
moderna manía de comprar y amontonar toda clase de baratijas
artísticas. De habitación en habitación, el autor nos va descubriendo
los distintos y deprimentes aspectos de esa superchería del
coleccionismo de arte.
Enlaces
Ediciones Asimétricas | Roma en cuatro pasos
Roma en cuatro pasos seguido de Algunos avisos urgentes sobre decoración de interiores y coleccionismo
F. Jarque | El País, 2011-11-05
Es un libro pequeño, no más grande que la palma de una mano,
con un título larguísimo. Una edición deliberadamente modesta. Muy
alejada de lo que se suele asociar a publicaciones que abordan temas de
interiorismo o de arquitectura, normalmente en formatos, en sí mismos,
decorativos. El autor, Ángel González García, es uno de los
historiadores y críticos de arte españoles más agudos e independientes.
Su capacidad para la ironía, el sarcasmo y para prescindir de todo tipo
de eufemismos a la hora de decir las cosas claras le ha valido una
audiencia atenta. En esta ocasión reúne dos textos complementarios. El
primero fue escrito para animar a los artistas becados en la Academia de
España en Roma, decepcionados -según él- por no haber ganado una beca
en algún lugar más apetecible, como Berlín o Nueva York. Ángel González
les ofrece, a cambio, cuatro lugares en la capital italiana de
particular interés para el desarrollo de la pintura y la escultura: la
Villa de Livia en Prima Porta, la Villa Farnesina, La Palazzina Borghese
y la casa de Mario Praz. Los recorridos evaden todos los tópicos y
señalan cualidades y secretos poco conocidos en la decoración de estas
mansiones. Y no se priva de manifestar su repugnancia por la pretenciosa
y vacía acumulación de objetos en la casa del célebre crítico de arte y
literatura, coleccionista omnívoro de objetos decorativos. Y es
precisamente el fin de ese primer ensayo el que abre las puertas del
siguiente. González desarrolla las consecuencias del vicio de la bibelotización
en el mundo actual. El placer de acumular pequeños adornos de todo
tipo, de coleccionar, como dicen ahora para darle una pátina de mayor
prestigio social. A partir de ahí va, de habitación en habitación,
desgranando impresiones y datos sobre el interiorismo desde el siglo XIX
relacionado con ese horror vacui que lleva a llenar todas las
estancias de objetos. Un análisis desenfadado y riguroso a la vez, a la
luz de la historia y de la mano de Walter Benjamin. Una pastilla de
brillante sensatez.
Fuente
Roma en cuatro pasos seguido de Algunos avisos urgentes sobre decoración de interiores y coleccionismo
F. Jarque | El País, 2011-11-05
Documentación
"El arte ha sido secuestrado por los ricos y sus cómplices"
Ángel González García (Burgos, 1948) es profesor de la Facultad de Historia de la Complutense y premio Nacional de Ensayo en 2001
Peio H. Riaño | Público, 2011-11-16
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