sábado, 8 de octubre de 2011

#revistas #arquitectura | El Croquis extra | The very best works at the turn of the century = Las mejores obras de principios de siglo

The very best works at the turn of the century = Las mejores obras de principios de siglo / editores y directores = publishers and editors, Fernando Márquez-Cecilia y Richard Levene.
El Croquis, Madrid : 2011
733 p. : il., planos
Ed. bilingüe español - inglés.
ISBN 9788488386663
Materias:
Biblioteca Sbc Aprendizaje A-72(082)*CRO

A selection of the most prominent works of architecture selected by El Croquis with an introduction by Juan Antonio Cortés and an essay by William Curtis. Among the works are the Sendai Mediatheque by Toyo Ito, the Yokohama International Port Terminal by Foreign Office Architects, the Netherlands Embassy in Berlin by OMA-Rem Koolhaas, the Braga Municipal Stadium by Eduardo Souto de Moura, the Prada Aoyama Epicenter by Herzog & De Meuron, the Scottish Parliament building by EMBT, the Monastery of Our Lady of Novy Dvur by John Pawson, the Nelson Atkins Museum of Art expansion by Steven Holl, the Neues Museum by David Chipperfield, the Toledo Glass Pavilion by Sanaa-Sejima & Nishizawa and others.

Enlaces
El Croquis | The very best works at the turn of the century = Lasmejores obras de principios de siglo

El Croquis. Las mejores obras
Ellis | un metro cuadrado jamás visto, 2011-10-31

El Croquis llama a la puerta con la reciente publicación de un número especial, un enorme volumen con pretensiones de convertirse en el canon de la arquitectura de la primera década del siglo. Dieciocho edificios que, a su juicio, suponen las mejores obras construidas en este nuevo milenio. Estos son los elegidos:

OMA. Embajada de los Países Bajos en Berlín.
OMA. Casa da Musica. *
OMA. Biblioteca central de Seattle.
Herzog & de Meuron. Epicentro Prada Aoyama. *
Herzog & de Meuron. Allianz Arena.
Herzog & de Meuron. TEA, Tenerife Espacio de las Artes.
Herzog & de Meuron. Ikmz Btu Cottbus.
SANAA. Museo de Arte Contemporáneo del siglo XXI en Kanazawa.
SANAA. Pabellón de vidrio en el Museo de Arte de Toledo.
SANAA. Centro universitario Rolex de la EPFL.
Miralles Tagliabue. Parlamento de Edimburgo. *
Souto de Moura. Estadio municipal de Braga.
Toyo Ito. Mediateca de Sendai. *
FOA. Terminal internacional del puerto de Yokohama. *
John Pawson. Monasterio de Nuestra Señora de Novy Dvur.
Steven Holl. Ampliación del Museo de arte Nelson Atkins.
Alvaro Siza. Museo para la Fundación Iberê Camargo. *
David Chipperfield. Neues Museum.

Una selección implica discrepancias y este caso no es diferente, pero considero más interesante desentrañar la elección desde la muy particular óptica de sus editores, antes que confrontarla con una lista propia (me limito a señalar con * aquellas con las que coincido plenamente).

Estos dieciocho nombres no representan tanto la realidad de esta década como la realidad editorial construida por El Croquis. El problema es previo a la elaboración de la lista y empieza cuando se recurre al acotado marco que los editores toman por el todo. Es decir, la criba se ha realizado dentro de la selección previa que supone una trayectoria de largos años dedicados a la publicación de la arquitectura. Por ponerle un nombre: su línea editorial. Lo que equivale a pescar, dentro de la poza que deja la marea al retirarse, el pez más importante; puede que sea grande, pero si no miras en las otras no sabrás si es el mayor. Un charco no es el océano.

Todos padecemos de manera inconsciente los filtros sociales y culturales; nosotros, en concreto, tendemos a valorar exclusivamente la arquitectura de los países del primer mundo, en especial los occidentales. Incluso con este escueto margen nos movemos dentro de un orden establecido de valores o modas que otorga merecimiento de atención a SANAA a pero no a Francesco Venezia, por ejemplo; o a cualquiera de los que ni siquiera conocemos el nombre.

El Croquis ha trazado, a lo largo de su ya dilatada existencia, un panorama de la arquitectura que no reproduce de forma fiel la realidad sino matizada por ciertas debilidades, gustos o afinidades disciplinares de sus directores. Gracias a su éxito, siempre ha tenido el prurito de marcar el paso a la actualidad: lo que aparece en sus páginas es la arquitectura importante del momento y lo que no sale no lo es. Esta verdad parcial ha alimentado el aturdimiento que la selección de estas dieciocho obras acusa.

No es casual que tres oficinas entre las favoritas de la revista —con la mayor cantidad de números monográficos dedicados— acaparen más de la mitad de las obras. Evidentemente la importancia de estos estudios está fuera de cualquier duda y es más que merecida su presencia, aunque tal vez no en el número ni, desde luego, en los ejemplos (en mi opinión el mejor edificio de cada uno de estos tres estudios no está representado: Koolhaas, CCTV; H&dM, Estadio Nacional de Pekin; SANAA, Ampliación del IVAM, a pesar de no estar construido). Y sin embargo, ¿qué sucede con la arquitectura de Sudamérica, de China, de Australia… o de las grandes corporaciones de Estados Unidos?

Todos somos víctimas de esta realidad mediática y ficticia que hemos superpuesto a la otra, más amplia y fidedigna, por lo que sustraerse a ella es casi imposible. Así que nadando en esa misma corriente, para mi desgracia, he de admitir que estoy en sintonía con una buena parte de la lista, exceptuando algunas incomprensibles elecciones. En el capítulo de las ausencias: algún reconocido como Lacaton y Vassal, alguna estrella como Zaha Hadid, Foster o Zumthor y, por supuesto, tantos otros que hubieran ayudado a conformar otra historia más real pero menos disciplinada.

Fuente
El Croquis. Las mejores obras
Ellis | un metro cuadrado jamás visto, 2011-10-31

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